Demasiados
elementos cobijan y calientan un partido de fútbol. Siempre hay una
enorme antesala que precede a cualquier encuentro de Primera o
Segunda División. Muchos son los esfuerzos de los clubes y
demasiadas las expectativas de los aficionados después de una racha
de buenos resultados. Pero la realidad es la que cuenta, y siempre es
la que es.
Hubo
un verdadero revuelo con la llegada de Jesé en el mercado de
invierno. El propio jugador, exultante por el regreso a su tierra,
dijo en su presentación que “venía a morir”, y, alentado por
los numerosos aficionados que se dieron cita en el Gran Canaria para
darle la bienvenida, no pudo contener sus ansias tocando el sueño de
jugar esta temporada en la Europa League.
Nada
es imposible, y es que, sumando de tres en tres y contando con las
derrotas de otros, todo podría darse. Pero la realidad es siempre la
que es, y este equipo, como muchos otros de su nivel, tiene sus malas
rachas, más cortas o más largas, pero las tiene. Disfrutamos de una
muy buena y muchos aficionados llegaron a decir de Setién que era
Dios. Sin embargo, y me consta, esos mismos dudan ahora de su saber
hacer. Y lo que más me sorprende es que algunas voces ya ponen en
tela de juicio las incorporaciones de Halilovic y Jesé, las mismas
que fueron al estadio a jalear a este último. ¿Podemos ser tan
incongruentes y en tan corto espacio de tiempo? En fin...
Fuerza
a la Unión Deportiva Las Palmas y acierto ante la portería
contraria para que esta noche comience una buena racha que le permita
asegurar pronto la permanencia. Luego, quizás, rescataríamos con
alegría las palabras del delantero canario.
¡Arriba
d'ellos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario