Sensaciones con las que me he quedado al finalizar el partido entre el Hércules CF y la UD Las Palmas (2-1): las menos alentadoras del mundo; porque ya no sé qué tiene que hacer nuestro equipo para ganar, cuando tuvo más ocasiones que el rival y pudo marcar en la primera parte, cuando dominó durante muchos minutos en el transcurso de la misma, y nada más empezar la segunda, después de un magnífico centro de Ruymán, Mauro Quiroga, de un cabezazo, marcó el primer gol del partido (0-1), aunque, lamentablemente, a los pocos minutos, tras el saque de una falta, Barbosa no pudo ver la trayectoria del balón que se coló por su lado derecho, variando el resultado hasta ese momento conseguido; tampoco sé qué tendríamos que hacer para mantener un empate, y me pregunto hasta cuándo vamos a seguir soportando decisiones arbitrales sin que se impongan las nuevas tecnologías para analizar, al menos, las penas máximas. El penalti señalado a Ruymán, en los últimos minutos del encuentro, me pareció muy riguroso, porque faltas como esa se dan en todos los partidos y no se suelen pitar. Hasta aquí cualquier opinión de si fue o no fue penalti se puede discutir, pero lo que no se entiende es que el árbitro, al ser interrogado por esta pena, haya alegado mano del defensa que nunca hubo, y esto es lo que me preocupa: la falta de rigor, con estos arbitrajes que echan por tierra la labor que durante noventa minutos los equipos desempeñan, como la realizada esta tarde por la UD Las Palmas. Estoy en estos instantes tan enfadada que me apunto a no entender nada de nada; tampoco comprendo el juego del Hércules, que, siendo un equipo posicionado en la parte alta de la tabla, esperaba mucho más de él, resultándome uno del montón, aunque, como el fútbol es tan peculiar, no me extrañaría que siguiera colgado en esas posiciones durante muchas jornadas.
Y por seguir en esta línea algo dubitativa, me ofrece muchas dudas la tarjeta roja directa que le sacó Gil Manzano a Sergio Suárez, después de una entrada al rival, cuando apenas había entrado en el horno del juego, y siendo la primera falta que cometía, dejando a la UD con diez futbolistas. Reconozco que ciertos jugadores tienen que hilar fino y poner la máxima concentración en ciertas jugadas para evitar estas expulsiones, ya que algunos las reiteran, porque, visto lo visto, nos están mirando con lupa. A pesar de tener momentos de imprecisiones, de no poner el sosiego y la velocidad en los momentos que hubo que ponerlos, pienso que, como mínimo, el empate tuvo que ser nuestro, por ocasiones y entrega de los jugadores, y sobre todo por el planteamiento bastante ofensivo que hoy hizo Juan Manuel Rodríguez.
Por eso estoy, como decimos en esta tierra, con el rabo «torniao», esperando impaciente al Barcelona B para resarcirnos de este resultado adverso.
Ya no es ganar al otro equipo es intentar y jugar con ese miedo a que te piten un penalti que el hercules busco desde el primer minuto . Curioso que ya saben que como lo pitan tan fácil a contra claro esta
ResponderEliminarExactamente Malena, ya no sabe uno que propuesta debe de proponer Las Palmas para ganar. Lo de las tecnologías intuyo que no llegarán nunca; hay mucho negocio alrededor de las polémicas arbitrales donde la prensa se alimenta mediáticamente de ellas y el fútbol como negocio también, pero es que lo de este año con la Unión Deportiva ya no son casos aislados. Son la tónica habitual. Creo que las Palmas debe de hacer una protesta institucional, para por lo menos, en jugadas dudosas que el árbitro sepa que ya en otros partidos nos han perjudicado mucho y quién sabe, en caso de duda, alguna caiga a nuestro favor, o por lo menos que no nos señalen penaltis rigorosos (en los tres últimos partidos, Cartagena, Depor y Hércules penalti riguroso en contra al canto). Lo de la roja a Sergio es más de lo mismo. Minutos antes había recibido "un viaje" Portillo en una banda que se saldó con amarilla, entrada a todas luces más dura que la de Sergio que derribó al contrario con la cadera, aunque se haya visto la entrada algo aparatosa. A ver si la suerte cambia en los próximos partidos. Un saludo.
ResponderEliminarOscar, Bryan, espero que la suerte cambie a nuestro favor, pero si los árbitros siguen en esta línea, pitando alegremente penas máximas y expulsando a jugadores nuestros por entradas que, como mucho, merecen una amarilla y no roja directa... que Dios nos coja confesados. Mucha concentración tendrá que tener el equipo para evitar estas cosas, algo que con el corazón acelerado parece tarea imposible. Yo empiezo a tener mi propia teoría sobre lo que está pasando, pero no la comparto por prudencia, algún día lo hablaremos personalmente. Un saludo.
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