Un blog de Malena Millares

miércoles, 14 de enero de 2015

Y LLEGÓ EL DÍA...

Y llegó el día en el que el Comité de la RFEF ha sancionado con seis partidos a Ángel López, y con dos a Nauzet Alemán y Culio, por lo ocurrido en el último partido ante el Zaragoza (5-3).

Por llevar un orden, primero se habló del mal arbitraje de Piñeiro Crespo quién, además de errores importantes, no vio, o no quiso ver, una falta sobre Nauzet antes del minuto 72, cuando el resultado era de 4-1. Al poco tiempo este 'devolvió' la entrada al jugador del Zaragoza. Según el acta del partido celebrado el 11 de enero, en el minuto 72, el jugador (7) Nauzet Alemán “fue expulsado por dar una patada a un adversario, estando el balón en juego y a una distancia de no poder jugarlo”.
Segundo, Ángel López, tras la expulsión del compañero, se acercó a la zona de banquillos siendo provocado por el asistente del otro equipo, el que, según documento gráfico, le propinó una cachetada al defensa. Posteriormente el jugador canario se dirige hacia a él y le empuja. Consecuencia: tarjeta roja para el 6. El acta recoge que Ángel “fue expulsado por empujar a un oficial del Real Zaragoza, Miguel Javier Insausti Garizabal, en la zona próxima a banquillos, con el juego detenido, encarándose con el mismo y diciéndole –hijo de puta, espérame fuera –. Una vez expulsado, y durante el trayecto al túnel de vestuarios, volvió a encararse con el oficial propinándole un manotazo en la cara”.
Tercero, la tarjeta roja directa a Culio se justifica de esta manera en el acta “Juan Emmanuel Culio fue expulsado por dirigirse al oficial expulsado del Real Zaragoza, cuando iba a su vestuario, en los siguientes términos: la concha de tu madre, hijo de puta, la concha de tu madre”.


Resultado de todo esto (aparte de los partidos de sanción y de las dos multas para Ángel López, cuya suma asciende a 3.438 euros por la aplicación de dos artículos) es la pésima imagen que un club de fútbol profesional, en este caso la UD Las Palmas, ha dado a aficionados y seguidores del deporte. Sin obviar, por supuesto, el flaco favor hecho al entrenador, al resto de compañeros, y a otras categorías del fútbol. Los jugadores del primer equipo deben ser un referente de buen comportamiento, fundamentalmente para los niños.

Dicho esto último, entiendo las distintas reacciones de una persona cuando es provocada, o se siente injustamente tratada. ¡Cómo no! No soy de piedra. Pero si no aprendemos a relativizar cada situación, si no se termina de entender que se trata de un deporte y no de algo 'de vida o muerte', si no se encauza el coraje y la rabia en un momento determinado, si no intentamos ser más inteligentes que el adversario para no caer en su juego sucio, si no podemos atemperar el carácter, ¿qué diantres sucederá en un futuro cuando un partido no tenga un resultado tan abultado de 4-1? no olvidemos que estaba resuelto. Mejor será que aprendan a morderse la lengua, y de no poder amarrarse los 'machos' al menos que actúen con picardía y rezonguen mirando hacia el cielo. Dios entenderá las pasiones mucho mejor que los humanos.



Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida. (Confucio)

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