Un blog de Malena Millares

domingo, 28 de septiembre de 2014

LA OTRA CARA DE LA AMBICIÓN

La lectura pospartido de Paco Herrera ha sido impecable. En ningún momento ha dudado de la ambición de sus jugadores, aunque ha sido crítico con el partido en general, echándose sobre sí gran parte de la culpa ante la derrota (2-1). Ha hablado sobre errores no forzados e incluso reconoció haber hecho los cambios condicionado por el devenir del encuentro, muy lejos de lo que había previsto. Declaró que hubo lentitud y que no se supo manejarlo cuando iba 0-1 (gol de Momo). Nos ha dejado una frase que será titular de algunos artículos: “Hemos salido con la sonrisa del que sabe”.

No sé hasta que punto eso fue así. Creo que este partido no ha sido calentado previamente por parte de ningún jugador como en ocasiones anteriores, pero ha sido inteligente en dejarnos esa reflexión. Entre líneas nos dice a jugadores y aficionados algo bien sabido: por encima de todo y pase lo que pase la humildad siempre es la mejor compañera. Perder ante el C.D. Tenerife duele, lo mismo que les ocurre a ellos cuando caen derrotados ante la UD Las Palmas. Es un clásico que cada uno quiere ganar, y si la victoria es en feudo enemigo mejor, sabe mucho más. Esta vez no pudo ser. Vimos la otra cara de la moneda de un equipo que desde el comienzo de esta temporada nos ha ofrecido una imagen y un fútbol de casi caérsenos la baba. Curiosamente Araujo hoy también marcó, aunque en propia puerta, gol que en algunos medios dieron a Aridane, jugador del Tenerife. Estas son las luces y las sombras que en todo existe. Hoy le tocó la sombra al argentino, pero sabrá gestionarla y dar todo lo que tiene, que no es poco, para el sábado venidero.

Lo importante es que este resultado se da en el inicio, y el juego de los nuestros sigue intacto, a pesar de lo ofrecido hoy. Intuyo que no pasará factura como en temporadas anteriores le ocurría a uno y a otro equipo, en las que una derrota en el clásico parecía marcar el resto de las jornadas. No; los jugadores tienen claro cómo jugar, qué directrices seguir, y, sobre todo, una confianza enorme en ellos mismos. El próximo sábado nos visita el Sporting de Gijón, un rival de empaque. Estoy segura de que veremos un gran partido, porque los muchos abonados de esta campaña también estaremos dándolo todo junto a los jugadores. Salgamos, pues, con la sonrisa de una semana de trabajo, ilusión y entrega.

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