Mi hijo Lucho, desde Barcelona animando a la UD |
Foto cedida por TINTA AMARILLA |
Estamos
a escasas horas de uno de los partidos más importantes que la Unión
Deportiva Las Palmas va a disputar dentro de los últimos trece años.
Demasiado
largo ha sido el tiempo de militancia en las categorías A y B de la
Segunda División para un equipo con historia y rango de Primera, con
sede en una ciudad como Las Palmas de Gran Canaria, y con una afición
que, pase lo que pase, jamás se cansará de apoyarlo y alentarlo,
según lo demostrado.
Los
seguidores de la UD, y también muchos que no lo son, pero sí
conscientes de lo que dinamiza, en todos los sentidos, a una ciudad tener a su equipo en Primera, estamos viviendo estas horas
previas repletos de emoción, con mucha ilusión y a
la vez con incertidumbre, dada la trayectoria del equipo en las
últimas jornadas.
Sin
embargo, las recientes manifestaciones, tanto de jugadores como del
Míster Lobera, me llevan a pensar que este miércoles, a partir de
las nueve de la noche, los once que salten al campo van a salir
completamente comprometidos para sacar este partido ante el Almería como Dios manda,
dejando atrás la mala imagen, el mal juego y todas esas menudencias
innecesarias que nos han costado más de una expulsión.
El
momento de la verdad ha llegado.
Pier Paolo Pasolini escribió: “El
máximo goleador es siempre el mejor poeta del año”. Y yo espero,
como muchos, que mañana mi equipo escriba el mejor poema de la
temporada.
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