Un blog de Malena Millares

sábado, 18 de mayo de 2013

HOY MÁS QUE NUNCA


Un padre o una madre, por mucho que quiera a su hijo, tiene la obligación de reprenderle si actúa mal, debiendo enderezarlo como si fuera un arbolito cuando se incline hacia un lado, para que su crecimiento sea el óptimo.
Esto se podría extrapolar al fútbol, porque cuando comienza una temporada el entrenador (padre o madre) corrige, sin rendirse, una y otra vez la actuación del equipo, siempre en pro de un objetivo: que el hijo se labre un futuro digno.
Pero esto no implica que, en el camino, el hijo (equipo) no tropiece y falle en diversos aspectos, porque nada es perfecto y todos somos falibles.

El partido jugado esta tarde, en el Gran Canaria con el Recreativo de Huelva (0-0), no ha sido bueno ni provechoso para los intereses de la UD Las Palmas, que tiene muy cerca el poder jugar la liguilla. Quienes lo hemos visto sabemos que los jugadores no han mostrado ambición, o quizá estaban tan atenazados que se les nublaron las entendederas. Espesos, lentos, sin ideas, y ni siquiera aparecieron los jugadores que normalmente marcan la diferencia.
Pero esto no es óbice para creer, firmemente, que el punto conseguido esta tarde sí le sirve a Las Palmas. Jamás, repito, jamás se puede tirar la toalla antes de tiempo, porque hasta el rabo todo es toro, y quedan tres jornadas en las que todavía queda tela por donde cortar.

Tres finales: Mirandés, Numancia y Real Murcia.
Tres jornadas para seguir alentando y apoyando al equipo.
Tres semanas en las que, los implicados (jugadores y cuerpo técnico), tendrán bastantes cosas que machacar.

¡Ánimo a todos!


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