Un blog de Malena Millares

sábado, 30 de marzo de 2013

NADA ESTÁ SENTENCIADO

Ambiente en el Gran Canaria


Con Antonio Aguiar y Santiago Gil 

Durante el partido



En algún foro he leído que la palabra Guadalajara proviene del vocablo árabe Wad-Al-Hidjara, que significa “Río que corre entre piedras”.
Desde luego, a pesar de la espléndida tarde y de la marea humana (casi 24.000 personas) que hoy tiñó de amarillo las gradas del Estadio de Gran Canaria, la UD Las Palmas se vio, durante los primeros 45 minutos, arrastrada por el caudal de un río que llegó de Castilla-La Mancha.
El equipo manchego, nada más comenzar el partido y hasta que acabó la primera parte, fue el dueño absoluto del balón. Se hizo con el control del mismo desde el minuto uno, sin parar de presionar a los nuestros. Muy bien colocados sobre el césped, y con la evidencia de que sabían lo que debían hacer, abortaron las ilusiones de tanta gente reunida en el recinto de Siete Palmas, y de muchísimos más seguidores que lo vieron por la tele. Prueba de ello fueron: los muchos saques de esquina y las magníficas paradas de Barbosa (que atraviesa su mejor momento) durante todo el primer tiempo.
La UD comenzó la segunda parte con otra cara, con nuevos bríos, y en los primeros segundos casi marca su gol, pero en un contragolpe del Guadalajara (min. 46) se llevaron el gato al agua (0-1), resultado que no varió. Las Palmas lo intentó todo para empatar en los minutos siguientes. Lobera hizo cambios para controlar el centro del campo, puso a David González a dirigir la orquesta y trasladó a Nauzet a la banda; sacó más mordiente delante con Chrisantus y Javi Guerrero, pero no hubo nada que hacer.
No me gusta hablar de resultados más o menos justos, porque, después de ver fútbol durante tantos años, siempre llego a la misma conclusión: gana el que más confianza tiene en sí mismo y sabe manejar los tiempos, y a nuestro equipo hoy le faltó paciencia. Quizá los amarillos no asimilaron bien el ambiente de gala que había en el estadio, quizá no controlaron la ansiedad por el deseo de agradar, quizá les pesó la responsabilidad, pero no estoy de acuerdo con que salieran sobrados y con poca humildad. Yo vi a mi equipo, el mismo de estos últimos meses, aunque mermado de facultades.
Quedan 30 puntos en juego, y son muchos puntos. Los demás equipos que están en la misma pelea ganarán o perderán. Y es que esta misa aún no está dicha. 

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