Un blog de Malena Millares

domingo, 4 de noviembre de 2012

ÓSCAR-ALBERTO (UD Las Palmas-SD Ponferradina)


No hemos tenido hoy domingo una buena tarde de fútbol, en cuanto a diversión se refiere, pero, a pesar de todo, obtuvimos otra importante victoria (1-0) ante la SD Ponferradina, que finalizando la primera parte se quedó con diez jugadores por la expulsión del jugador Carlos Ruíz, después de ver la segunda tarjeta amarilla. Fue un partido sin brillo y sin emociones, salvo el gol de Javi Guerrero nada más comenzar el segundo tiempo, que ha dado a la UD Las Palmas otros tres valiosos puntos. Visto lo visto, me pareció un partido muy aburrido, sobre todo la segunda parte; un espectáculo que invitó al bostezo. Pero, insisto, jugamos en una categoría perra, y aquí lo que vale, por ahora, son los resultados. La dinámica ha cambiado para bien y eso es muy importante. No encajamos goles y estamos ganando partidos, aunque con sufrimiento. Ya lo dijo Sergio Lobera: conque mejoremos uno de los dos aspectos (evitar goles o marcar más que el rival) es un paso hacia adelante de mucha relevancia.

Por cierto, ¿qué le ocurrió a Claudio Barragán, el entrenador de la Ponferradina, que no quiso comparecer en la rueda de prensa? Quizás tuvo un dolorcillo de tripa, o se quedó sin voz... Sea lo que fuere, envió sus felicitaciones al equipo amarillo por la victoria; pero me ha parecido, sobre todo por la falta de respeto a los seguidores de su equipo, una reacción pueril y sin sentido alguno. No recuerdo haber escuchado antes una noticia como esta.


Alberto y Óscar, dos grandes amigos


Cambiando totalmente de tema, les cuento que esta mañana recibí esta preciosa foto de mi sobrino Óscar Millares, vestido con su equipaje de la UD Las Palmas. Un aficionado de siete años que vive en el municipio madrileño de Rivas. Siempre que el equipo juega cerca de la capital va con sus padres a todos los partidos, animando, como cualquier adulto, a los jugadores amarillos. En esta ocasión está acompañado de su íntimo amigo y compañero de colegio con el que comparte su afición por el fútbol, Alberto Suárez, seguidor de la SD Ponferradina.
Antes de comenzar el partido, decía mi primo de su hijo: “Hoy, que se enfrentan sus dos equipos, han quedado para confraternizar, fotografiarse con sus equipaciones, y decirle al mundo que, pase lo que pase, para ellos sus dos equipos, al igual que ellos, son hermanos para siempre”.

Como Alberto y Óscar, hay muchos niños siguiendo a sus equipos, sintiendo apego hacia sus colores, y muestran con orgullo sus escudos. También nos recuerdan a los adultos algunas cosas que las 'inclemencias del tiempo' a veces logran que olvidemos. A los dos les mando un beso y un abrazo muy apretado.


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