¡CONTIGO!

“Dar la iniciativa al contrario y permitirle jugar con excesiva comodidad no es lo habitual en un partido que vas ganando por 2-1 y el rival está con diez jugadores en el campo”.

Esta fue una de las lecturas, para mí la primordial, a pesar de la victoria de la UD Las Palmas (4-2), que hizo en rueda de prensa Sergio Lobera, que analiza siempre los encuentros de manera objetiva. Desde el comienzo fue un partido abierto y algo alocado, que tuvo como consecuencia dos goles de penalti en ambas porterías, apenas con cuatro minutos de diferencia. El equipo asturiano llegó con la urgencia de los puntos para escalar puestos que le hicieran concebir alguna esperanza de jugar la liguilla. Por ello tuvo que poner toda la carne en el asador, pues ni el empate le habría sido beneficioso, y eso se notó desde que empezó a rodar el balón. Las Palmas tuvo ante sí a un rival que no se arrugó en ningún momento, acercando el peligro a la puerta defendida por Barbosa, que hoy, nuevamente, tuvo una actuación muy buena.

El gol marcado por Vitolo, a pocos minutos del inicio de la segunda parte, hizo poner al estadio en pie que otra vez se apoyó en el “Sí se puede”, grito de guerra que nos acompaña en estas últimas jornadas.

Luego entramos en una fase (la que mencionó el entrenador) en la cual, claramente, se masticaba el empate, que terminó por llegar a nueve minutos del final. Este resultado (2-2) hacía presagiar lo peor: casi casi decirle adiós a la liguilla de ascenso.

Pero, como hemos comentado en otras ocasiones, los jugadores tiraron de casta y de orgullo, y por encima de todo de esa confianza que tienen en ellos mismos, y en los minutos 82 y 90, Chrisantus y Thievy, lograron el definitivo 4-2.

Quedan cinco jornadas para que finalice esta temporada. Atrás ha quedado el mal sabor de boca de la andadura inicial del equipo, con aquellas derrotas consecutivas descorazonadoras.

A partir de esta tarde muchos más seguidores seguimos soñando con el ascenso. El paso siguiente será el Huesca. ¡Mucha suerte para los nuestros!