Un blog de Malena Millares

domingo, 5 de junio de 2011

BORRÓN Y CUENTA NUEVA

Ayer finalizó la temporada 2010-2011 con un partido disputado en casa ante un CD Tenerife que afortunadamente ya estaba descendido a la categoría de Segunda B. Sí, digo bien afortunadamente, porque de haberse jugado el equipo rival, en nuestro campo, la permanencia en la Segunda A,  tal y como terminó el encuentro (1-0), la victoria obtenida por la UD Las Palmas la hubiese convertido en un verdugo implacable, y este hecho  difícilmente sería olvidado a lo largo de la historia de los dos clubes canarios. Sé que muchos hubiesen deseado un final así para el Tenerife, que cayese en el estadio de Gran Canaria ante su eterno rival, pero yo, que a lo largo de las últimas semanas me temí que algo de eso pudiera suceder, he respirado tranquila. No me gusta la venganza, ni los rencores que a nada conducen, pero sí me apasiona la rivalidad sana y todo lo que se mueva sin violencia en cualquier campo de fútbol, pues sin cantos, himnos, pancartas, expresiones, olas, gritos y todo lo que se quiera añadir, el fútbol no sería fútbol.

La alegría en este encuentro, no cabe la menor duda, la puso la afición, ya que el partido en términos generales no ofreció mucho, sobre todo en la primera parte en la que sólo destacó el penalti marcado por Sergio Suárez en el minuto veintisiete; ya en la segunda el panorama cambió, y más en el inicio, en el que Las Palmas quiso ofrecer a los 22.000 espectadores algo de espectáculo que consiguieron a ráfagas y en la que Josico, en su despedida, falló otro penalti hecho a la Unión Deportiva. ¡Lástima! porque hubiese sido para él un honor marcharse marcando el último gol como futbolista profesional, aunque esto no empañará jamás su trayectoria deportiva, simplemente lo comento porque de haberlo conseguido, la grada habría sido un clamor. Pero todos salimos muy contentos por tres motivos, el primero por ganar al CD Tenerife, ya que la victoria en los últimos enfrentamientos con este rival se estaba resistiendo; el segundo y más importante, por haber conseguido militar un año más en la categoría de Segunda A, y el tercer motivo decirle adiós a esta temporada con deseos de que se vaya lejos, muy lejos, que ha sido muy sufrida por todos, en la que nos vimos con la soga al cuello, y que gracias, otra vez, a Juan Manuel Rodríguez y al esfuerzo de toda la plantilla se pudo solventar la misma de forma digna. Mis mejores deseos para todos los jugadores y para la organización de la entidad amarilla y que disfruten de unas vacaciones merecidas.

Cantaban los pocos seguidores del CD Tenerife lo siguiente: “Ser los más borrachos y los mas fieles”. Yo estoy segura de que cuando tomaron la decisión de trasladarse a apoyar a su equipo, ya descendido, no estaban borrachos, han sido unos incondicionales, como existen afortunadamente en todos los clubes de fútbol, que no quisieron abandonar al Tenerife y para mí fueron, amén de irreverencias comprensibles, unos valientes que dieron la cara, y no alegaron lesiones ni olvidaron el amor por sus colores.

A casa hemos vuelto todos pensando en la nueva andadura de la UD Las Palmas, con la ilusión de que, en el próximo curso, nadie sufra y que, al contrario, podamos disfrutar del resurgir de la cantera.

1 comentario:

  1. me encanta visitarte Malena¡¡, haces una descripción del partido que ya quisieran muchos.
    Un abrazo

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