Un blog de Malena Millares

domingo, 17 de octubre de 2010

PASEMOS PÁGINA

Llegó la primera derrota del equipo en la octava jornada en un partido para mí, que en la primera parte se jugó con mucha fluidez en el medio campo pero sin acierto en los remates finales, desaprovechando algunas claras ocasiones. La salida de Vitolo por lesión muscular en el primer tiempo fue un hecho lamentable pues, aunque tardó en despertar el equipo pucelano, a partir de ese momento el partido empezó a ser otro, con menos chispa y cediéndole terreno a un Valladolid ansioso por conseguir tres puntos después de varias jornadas sin mucha fortuna. Supo el contrario buscarnos las cosquillas hasta que llego el “penalti” en el minuto 21, y a pesar de este varapalo no perdimos el norte, que es de las cualidades que más admiro del equipo en esta temporada, pues continuó haciendo su juego sin desesperarse. El mazazo vino a un par de minutos de acabar el primer tiempo, con un segundo gol a la salida de un córner, y creo que en ese instante se acabó el partido para nosotros. La segunda parte nada tuvo que ver con la primera, si bien nuestros jugadores lucharon hasta el final encajando un tercer y definitivo gol, que para mayor tristeza fue en propia puerta.

Esto es fútbol y como tal es imprevisible. Aunque no fue el mejor encuentro de la UD Las Palmas, si me ha parecido demasiado abultado el resultado, pues en los primeros cuarenta y cinco minutos encajamos dos goles a balón parado, teniendo los canarios mayor posesión de la pelota y varias ocasiones claras, sin menospreciar los arreones del Valladolid que hicieron lucirse a nuestro portero.

En la conclusión del partido y esperando la rueda de prensa para escuchar las declaraciones de Paco Jémez en los acertados análisis que, a mi juicio, siempre hace de los encuentros, me sorprendieron mucho sus palabras de desesperación en contra del arbitro Pino Zamorano (que precisamente no destaca por ser de los mejores). Está claro que al bueno del entrenador hoy se le llenó la cachimba y dijo cosas quizás reprochables, pero él, mejor que nadie, sabe porqué reaccionó así y cuales fueron las razones. Son siempre más sinceras las cosas que decimos cuando el ánimo se siente airado que cuando está tranquilo (Cicerón). Los que vemos fútbol sabemos que ese “penalti” no es de los que habitualmente se pitan.

Alejándome de esta jornada que para la liga adelante ya quedó atrás, ahora debemos poner el ánimo y la razón en el próximo sábado, desear que Vitolo se recupere, que el estadio se vuelva a llenar y que no perdamos la ilusión, ya que a pesar de esta derrota, el equipo sigue jugando como tal, no se desmorona como antaño y sigue con su estilo de juego que tanto gusta.



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