Las
estadísticas será mejor que las manejen los expertos, aunque, si la
memoria no me falla, creo recordar que la AD Alcorcón se nos ha atravesado en
los últimos años, y en ocasiones de manera escandalosa. Dicen sus
delanteros, Máyor y David Rodríguez, que afrontarán el partido del
sábado (21/2) como si fuera el último, entre otras cosas por la
mala racha que llevan y que desean cortar con la UD Las Palmas en el
Municipal Santo Domingo. Reconocen que el equipo canario es un rival
que está demostrando mucha regularidad, pero que ellos saltarán al
campo para intentar frenar su dinámica negativa.
El conjunto
madrileño se caracteriza por la presión que ejerce en todas las
líneas, algo que hace con denuedo, lo que impide al rival elaborar
bien su juego. La UD, que continúa en lo alto del podio, se las verá
con un equipo veloz y complicado que maneja bien los tiempos, aunque
no lo haya refrendado en las últimas jornadas.
Anteriormente los jugadores amarillos terminaban haciendo la guerra por su cuenta, desesperados ante este enmarañado grupo, algo que jamás benefició
ni al rendimiento ni al resultado posterior. Pero esos eran otros
tiempos. Paco Herrera, y los números lo revalidan, ha impuesto su
sello; por algo está donde está. Muchos estudian a la UD con esmero, como si elaboraran una
tesis, y sus rivales directos, y los no
tan directos, intentan contrarrestarla con sus armas. Creo que por
ello han salido, y saldrán en lo sucesivo, partidos que a pesar de ganarse no son atractivos para los
aficionados. Pero de esto se trata: vencer al rival aunque
sea sin artificio.
Será harto
complicado el juego en el Santo Domingo, y si a eso le añadimos una
grada ruidosa e incansable, aún más. Pero yo confío en mi equipo,
en sus tablas, en su estado anímico, y hasta en la suerte que nos
acompaña.
¡Arriba
d'ellos!
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