Por
llevar un orden, primero se habló del mal arbitraje de Piñeiro
Crespo quién, además de errores importantes, no vio, o no quiso
ver, una falta sobre Nauzet antes del minuto 72, cuando el resultado
era de 4-1. Al poco tiempo este 'devolvió' la entrada al jugador del
Zaragoza. Según el acta del partido celebrado el 11 de enero, en el
minuto 72, el jugador (7) Nauzet Alemán “fue expulsado por dar una
patada a un adversario, estando el balón en juego y a una distancia
de no poder jugarlo”.
Segundo,
Ángel López, tras la expulsión del compañero, se acercó a la
zona de banquillos siendo provocado por el asistente del otro equipo,
el que, según documento gráfico, le propinó una cachetada al
defensa. Posteriormente el jugador canario se dirige hacia a él y le
empuja. Consecuencia: tarjeta roja para el 6. El acta recoge que
Ángel “fue expulsado por empujar a un oficial del Real Zaragoza,
Miguel Javier Insausti Garizabal, en la zona próxima a banquillos,
con el juego detenido, encarándose con el mismo y diciéndole –hijo
de puta, espérame fuera –. Una vez expulsado, y durante el
trayecto al túnel de vestuarios, volvió a encararse con el oficial
propinándole un manotazo en la cara”.
Tercero,
la tarjeta roja directa a Culio se justifica de esta manera en el acta “Juan Emmanuel Culio fue expulsado por dirigirse al oficial
expulsado del Real Zaragoza, cuando iba a su vestuario, en los
siguientes términos: la concha de tu madre, hijo de puta, la concha
de tu madre”.
Resultado
de todo esto (aparte de los partidos de sanción y de las dos multas
para Ángel López, cuya suma asciende a 3.438 euros por la
aplicación de dos artículos) es la pésima imagen que un club de
fútbol profesional, en este caso la UD Las Palmas, ha dado a
aficionados y seguidores del deporte. Sin obviar, por supuesto, el
flaco favor hecho al entrenador, al resto de compañeros, y a otras
categorías del fútbol. Los jugadores del primer equipo deben ser un
referente de buen comportamiento, fundamentalmente para los niños.
Dicho
esto último, entiendo las distintas reacciones de una persona cuando
es provocada, o se siente injustamente tratada. ¡Cómo no! No soy de
piedra. Pero si no aprendemos a relativizar cada situación, si no se
termina de entender que se trata de un deporte y no de algo 'de vida
o muerte', si no se encauza el coraje y la rabia en un momento
determinado, si no intentamos ser más inteligentes que el adversario
para no caer en su juego sucio, si no podemos atemperar el carácter,
¿qué diantres sucederá en un futuro cuando un partido no tenga un
resultado tan abultado de 4-1? no olvidemos que estaba resuelto.
Mejor será que aprendan a morderse la lengua, y de no poder
amarrarse los 'machos' al menos que actúen con picardía y rezonguen
mirando hacia el cielo. Dios entenderá las pasiones mucho mejor que
los humanos.
Elige
un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu
vida. (Confucio)
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