Un blog de Malena Millares

sábado, 17 de septiembre de 2011

MUCHO GRIS, MUCHO PALO, MUCHO CALOR...

Está claro que tenía que llegar una derrota y en la tarde de hoy sufrimos la primera frente al Córdoba CF (0-1), y por resumir lo que he visto diría que ha sido un partido de la UD Las Palmas con muchos altibajos. Los primeros cuarenta y cinco minutos han sido tediosos, de bostezar, pues ninguno de los dos equipos ofrecieron nada destacable, apenas llegaron a ambas porterías. En la segunda parte Juan Manuel sacó de inicio a Quiroga y a J. Artiles que sustituyeron a Portillo y a Dani Castellano, y ya avanzado el partido David González fue relevado por Pedro Vega; a pesar de los cambios el equipo cordobés tuvo durante diez minutos el mando del partido, jugando con velocidad y ejerciendo bastante presión sobre la Unión Deportiva; pero en ese momento los amarillos cambiaron la dinámica del encuentro, consiguiendo dar otra imagen, hasta que en el minuto sesenta y nueve, y precedido de un resbalón de Pignol, el jugador Charles recibió un balón que controló cómodamente, enviándolo directamente al fondo de nuestra puerta. A partir de ahí los jugadores acusaron el mazazo, pues el gol de ellos llegó en el momento en que Las Palmas lo estaba haciendo mejor. Con todo a su favor el Córdoba se sintió tranquilo en el campo, dominando de nuevo la situación. Se notaba a la legua el nerviosismo de nuestro equipo; Barbosa no hacía más que sacar balones en largo, y la desesperación por conseguir el empate era evidente. Así y todo la UD Las Palmas consiguió reconducir la situación, jugando el último cuarto de hora con más bríos, periodo en el que tuvo muchas ocasiones de gol, pero los palos tuvieron su protagonismo y los balones se estrellaron contra ellos.

No quiero empezar la temporada hablando de los árbitros, trato siempre de ser objetiva y entender que como “cristianos” que son se equivocan, pero una cosa es interpretar si una jugada es merecedora de tarjeta o no (por ejemplo la tarjeta amarilla que le sacó a Pignol y posteriormente la que no mostró al jugador del Córdoba ante una dura entrada), y otra cosa es aplicar el reglamento como es debido y hasta donde se sabe si se le hace una falta a un jugador en la misma raya del área grande es penalti, y cuando se comete una falta que impide al contrario la oportunidad de hacer un gol, todos sabemos que es roja directa; el delantero Quiroga vivió las dos circunstancias a la vez, y todo quedó en una tarjeta amarilla. Incomprensible. También Pedro Vega fue derribado dentro del área y como recompensa se llevó la cartulina amarilla. Esto es lo que ha habido este sábado, una derrota, mala suerte con la puntería, y mucho calor. A estas alturas ya estará la UD pensando en el próximo partido contra el Girona. Es lo mejor que puede hacer.

1 comentario:

  1. Es imposible no hablar de los árbitros de esta manera . Bueno queda tiempo y perdimos una batalla no la guerra .

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