Lo de pitar
al equipo en pleno juego, iniciativa a la que últimamente parece
haberle cogido el gustillo una buena parte de la afición, creo que
hay que hacérselo mirar. Por fortuna somos más los que
contrarrestamos silbidos con fuertes aplausos.
Me pregunto
en qué piensan, o qué sienten esos aficionados segundos antes de
silbarle a su equipo, en este caso a la Unión Deportiva Las Palmas
que está haciendo un final de temporada impensable al comienzo de la
misma.
El equipo,
alejado de la Primera durante casi dos décadas, el pasado 2015
sufrió un varapalo en el partido de ida de la liguilla de ascenso
ante el Zaragoza, pero supo remontar en el Gran Canaria ese resultado
adverso dándole el pase a la división de honor. Todo gracias, y
cito por orden, a: la composición musical de Luis Quintana,
“Amarillo es mi color”, que puso la emoción dentro y fuera del
campo en los instantes previos de la contienda; la entrega de miles
de almas amarillas que no permitieron que el equipo caminara solo
durante los noventa minutos, apartando del pensamiento, de forma
contundente, la mínima duda, sospecha o temor sobre la consecución
del objetivo; la fuerza que Paco Herrera transmitió a sus muchachos
cuando pronunció en el aeropuerto “nos veremos en la guagua”...
La UD Las
Palmas ha pasado sus vicisitudes en el reestreno: Adaptación a la categoría, cambio de entrenador, asimilación de la filosofía de
juego del nuevo míster, lesiones a punta pala, algún affaire
extra deportivo, y a saber cuántas cosas más se nos escapan. Sin embargo, ha sabido rearmarse y competir en estos últimos meses
con mucho oficio, siendo el equipo revelación.
Me pregunto
de nuevo: ¿es justo pitarle a los nuestros, a esos chicos que
defienden nuestro escudo mientras juegan? Quizás algunos se
olvidaron de lo importante que es el apoyo para estimular el ánimo
de cualquiera, principalmente cuando algo va mal. Entendería una
sonora pitada si esos mismos jugadores que visten de amarillo y azul
se pasearan, al unísono, indolentes por el campo, pero nunca siendo
lo contrario, como están demostrando día a día.
Por cierto,
estoy echando mucho de menos el tema de Luis Quintana antes de
comenzar cada partido. ¿Se estropeó la grabación? De ser así que
la reparen pronto, por favor, para escucharlo con emoción en el
último partido en casa.
¡Arriba
d'ellos!
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