No
hace mucho que comenzó el 2015 y ya casi estamos despidiéndolo. Hay
que ver lo rápido que ocurre todo. Hacemos planes de futuro y parece
que nunca se van a realizar; luego llegan, pasan y queda lo mejor
para el recuerdo. Me pregunto si en medio de esta vorágine llamada
vida, buscamos un rato al día para dedicarlo a nosotros mismos, para
mimarnos y querernos un poco más de lo que habitualmente hacemos.
En fin, una, que hoy se ha despertado dándole al magín, llegando a
la conclusión, una vez más, de que la vida es tan efímera que en
un segundo puede cambiar todo. A pesar de ello, seguimos erre que
erre estancados en nimiedades, preocupados por asuntos que seguro se
solucionarían con otro talante.
Ha
sido el año del ascenso de nuestra querida Unión Deportiva Las
Palmas. Un ascenso de infarto que jamás olvidaremos. Luego entramos
en la temporada 2015/2016 con muchísima ilusión, pero con la
certeza de que no sería fácil el camino, como así está
ocurriendo. No es nada agradable mirar la clasificación del equipo y
verlo en ese puesto tan bajo, a mí me da grima. Pero no voy a pensar
en lo peor, me niego. Queda tiempo para escalar algunos puestos y
quedarnos ahí, en tierra de nadie, y soñar con la permanencia como
lo hicimos en junio con el ascenso. También pido a Dios y al club
que se hagan fichajes acertados para la segunda vuelta.
Desde
aquí les deseo a todos unos días tranquilos, en armonía y mucha
salud.
¡Feliz
Navidad!
¡Arriba
d'ellos!
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