Un blog de Malena Millares

domingo, 29 de mayo de 2011

¡RAFA, NO ME JODAS! (LIBRO)



Tengo un buen amigo que vive en León, un hombre que es conocido en Gran Canaria por muchos seguidores amarillos y se llama Hermógenes Celada; es el presidente de la Peña "Unión Deportiva Las Palmas La Bañeza", y hace unas semanas me envió un libro titulado “Rafa, no me jodas”, libro que tenía muchas ganas de leer; me llegó dedicado por Rafael Guerrero, el linier más famoso del fútbol español, del que Hermógenes es gran amigo. En la introducción de este libro, el autor, Germán Pose, señala: “Este libro es un viaje emocionante, contado en primera persona, en el que el drama en carne viva baila pegado al absurdo y la comedia. Es una aventura a través de caminos que llevan el aroma de la sangre y de la miel. Para construir este relato Rafa me entregó su corazón. Y aún me tiemblan las manos.”

Todos los que amamos el fútbol y seguimos este deporte desde hace años, conocimos en su momento aquella anécdota, en apariencia simple, en la que un linier, Rafa Guerrero, alcanzó la fama un domingo 26 de septiembre de 1996 en el preciso instante en que señaló un penalti, y,  a partir de ahí, comenzó a vivir un calvario. Transcurría el último partido de la tercera jornada de liga en la Romareda, entre el Zaragoza y el Barcelona, y lo televisaban en directo por Canal Plus. El árbitro era Mejuto González. Cuando terminó la primera parte el resultado era de 3-1, pero en los primeros minutos de la segunda el Barça metió otro gol (3-2) y el ambiente se fue caldeando. En el lanzamiento de un saque de esquina, a favor del Barcelona, justo en la banda que estaba Rafa, observó cómo un jugador del Zaragoza le daba en la cara a un defensa barcelonista  que había subido a rematar el córner. Inmediatamente levantó el banderín y no se movió del lugar. Mejuto le miró con cara de pocos amigos e intentó hacer caso omiso, hasta que al final se le acercó corriendo. La situación es fácil de imaginar; los jugadores, tanto de un equipo como del otro, le rodearon enseguida, y Rafa le gritó al árbitro: ¡Penalti y expulsión! 
–¡Joder, Rafa! ¿expulsión de quién? – le interrogaba Mejuto González, e insistía: ¡No me jodas! ¿expulsión de quién?  (estas expresiones fueron recogidas por los micrófonos de Canal Plus). En medio de todo esto el estadio era un hervidero de gente que gritaba embravecida en contra del linier; los jugadores seguían rodeándole, convirtiéndose el momento en un horrible infierno en el que el colegiado volvía a la carga con la preguntita de marras –¿Expulsión de quién? – A Rafa todo se le tornó negro. Mientras, la rabia del público en plena efervescencia, el mosqueo de los jugadores y la presión del arbitro que no cesaba... cuando, de repente, sintió un golpe en la nuca y, ¡oh, Dios! al mirar al césped vio el objeto con el que había sido agredido. ¡Qué asco! era una dentadura postiza... le habían tirado de todo, pero nunca, como él cuenta en el libro “una babeante dentadura postiza”. Pero, a todas estas, todavía no había pronunciado el número del jugador al que debía expulsar, y, cuando lo hizo, inmerso en ese caos, incluida dentadura, se equivocó de hombre y gritó: ¡Expulsión del 6! 
Como las penas no vienen solas, apareció como una exhalación el jugador número 3 totalmente enfurecido –¡Estás loco, estás loco. He sido yo el que hice la falta, he sido yo! Todo esto no acabó aquí, claro está. Para conocer  lo que aconteció antes y después de este suceso hay que leer "Rafa, no me jodas".

Este hecho yo lo he contado de manera resumida, pero el capítulo en el que relata su calvario, no tiene desperdicio, al igual que el resto de las historias que tuvo a lo largo de su vida profesional. Tiene una muy bonita que a mí, por su emotividad, me hizo llorar. Merece la pena que los futboleros lean este libro tan ameno, entrañable, y porque muestra una cara distinta del mundo de los árbitros, de sus vidas, sus anhelos y sus sueños. Creo que no tardaré mucho en conocer personalmente a Rafa Guerrero y estoy segura de que charlar con él, después de leer este libro, va a ser algo muy especial para mí. 
Gracias, Hermógenes, por este regalo.


5 comentarios:

  1. felicidades Malena, tu articulo es realmente lindo. que sepas he donado toda la recaudacion del libro a la lucha contra la Malaria. un fuerte abrazo.

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  2. Malena, no puedo creer que esta anécdota del linier Rafa Guerrero, que no tengo el gusto de conocer..aunque seguro que en casa que todos son futboleros lo conocerán, del año 96 la hayas vivido de tal manera que la describes como si fuera ayer.
    Me tienes impresionada, no solo por lo que sabes, sino por este interés tuyo por el fútbol, que no acabo de terminar de creer,..jajaja
    Bueno guapísima, me alegro que sigas dandole a las teclas para echar fuera toda ese saber que llevas dentro
    Un abrazo, amiga

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  3. Rafa, sabes que fue un placer y una sorpresa muy grande hablar contigo, no creía que eras tú cuando me llamaste y espero que cuando vengas a Gran Canaria te pongas en contacto conmigo, y si no vienes, ya sabes que nos veremos en el otoño próximo en La Bañeza. Gracias por ser como eres. Un beso grande.

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  4. Mercedes, esta anécdota la saqué de este libro al que hago referencia, contada por Rafa Guerrero y escrita por Germán Pose, pero en este blog la he relatado a mi manera, pero tiene mucha más tela, y por eso digo en mi entrada que a los futboleros les puede resultar muy ameno leerlo. Gracias por tu comentario amiga incondicional.

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  5. RIQUI RACA ...JA-JA-JA- LAS PALMAS , LAS PALMAS QUE SE QUEDA Y LOS CHCHAS QUE SE VAN..RA,RA,RÁ.

    :))

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