Cualquier
temporada en su comienzo trae consigo puñados de ilusiones y
expectativas, y la de la UD Las Palmas, que hoy cerró con derrota
(3-0) frente al Depor, no lo fue menos. El equipo amarillo,
sorprendentemente, se aupó como líder en las primeras semanas de la
competición, y, aunque se sabía que era algo anecdótico, deleitó
al panorama futbolístico nacional y foráneo por el juego
desempeñado en el inicio.
La primera
vuelta resultó ser de lo mejorcito que hemos visto en décadas. Hubo
partidos en los que aparecieron los ecos del desaparecido Estadio
Insular. La delicia de un juego pausado y raso, al más puro estilo
canario, la precisión en los pases, la seriedad y el oficio de los
jugadores, quienes asimilaron en breves jornadas un estilo de juego
con la impronta de Quique Setién, consiguieron los halagos de la
mayoría de los amantes del fútbol. Los puntos conseguidos en el
Gran Canaria, fortín hasta principios de 2017, más los sumados
hace unos meses, han sido los suficientes para volver a jugar la
próxima temporada en Primera División, único objetivo que se marcó
el club en verano de 2016.
Tristemente
llegó el retroceso de quienes habían puesto mucho color en las
portadas de los periódicos y contenido en las tertulias deportivas.
La quimera de algunos por jugar en la Europa League se desvaneció
cuando en casa ya no se sumaba de tres en tres, y los pedazos de un
sueño roto quedaron a merced del aire, de unos aires isleños.
Algunos
creen que el declive del equipo data del partido contra el Real
Madrid; lo achacan a la escapada nocturna de algunos futbolistas que
el míster hizo pública. Otros piensan que el anuncio temprano de Setién de no continuar, terminó por desquiciar al entorno.
También existe la opinión de que el entrenador no fue apoyado por
sus mandamases en momentos complicados de la liga; por ejemplo la
citada escapada. O que ciertas declaraciones del presidente
hacia su entrenador, y con respuesta de éste, o viceversa,
han sido parte del detonante de este anodino final de liga. Opino que
algunas torpezas, en cuanto a relaciones personales se refiere, se
han cometido. Lo óptimo para negociar una renovación siempre será
dentro de la intimidad de un club. De los errores siempre se
aprende, por ello espero que todo lo acontecido en estos últimos
meses no volvamos a vivirlo.
A Quique
Setién le agradezco mucho su paso por la isla. Con sus errores, con
sus virtudes, nos devolvió una ilusión por el juego que estaba
dormido, casi olvidado por los que tenemos unos cuantos años en
esto del fútbol. Y, si no consiguió colocar al equipo en puestos
más altos, habría que analizar si este final tuvo que ver más con
un estado de ánimo chungo y generalizado que con las aptitudes de los
profesionales.
Nuevamente
se abrirá otro ciclo para la UD Las Palmas. Llegó el momento del
descanso. También el de la autocrítica y la reflexión. Deseo éxito
a quienes moverán los hilos del próximo proyecto, para que sea
ilusionante en todos los aspectos.
¡Arriba
d'ellos!
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