NI UN PERO A NADIE

Creía cuando regresaba del estadio que sería incapaz de escribir dos palabras seguidas después de la tensión vivida ayer en el Gran Canaria durante el partido disputado entre nuestra Unión Deportiva Las Palmas y el FC Cartagena. Estoy segura de que todos los seguidores amarillos hemos vuelto a nuestras casas totalmente rotos, entregando el alma al primero que pasase a nuestro lado, pues han sido noventa minutos muy intensos, que afortunadamente han acabado con la muy importante victoria canaria de 2-0. Este resultado nos ha hecho sumar tres puntos más que nos coloca a cinco por encima de la frontera del descenso, pero aún están en litigio 12 puntos con el Barcelona B, Numancia, Córdoba y Tenerife, que al igual que ayer tendrán que ser peleados a cara de perro, y sobre todo los seis de casa. El apoyo de esta magnifica afición (algo más de diez mil personas, televisado y siendo jueves) no puede faltar en lo que queda de temporada.

El primer gol fue tempranero pues llegó en el minuto ocho después de un preciso centro de Quero que la prodigiosa cabeza de Quiroga remató entre los tres palos. A diferencia de otras veces el argentino salió de inicio y jugó todo el partido y aunque estuvo cerca del área rival no pudo sentenciar en la primera parte que terminó con el marcador 1-0. Si bien el Cartagena tuvo la posesión del balón durante un periodo largo, hay que resaltar la presión de Las Palmas ejercida durante todo el encuentro, y aunque en ocasiones esa presión la hiciese en su propia parcela, el Cartagena no daba la sensación de llegar a nuestra puerta y crear peligro. Pero, a pesar de todo, en las gradas se vivía el transcurso del partido con muchos nervios, por un lado pendientes del resultado Salamanca-Celta y por otro temblando por si nos empataban y todo se tornaba de la esperanza a la desesperación en cualquier segundo. Así fue pasando toda una segunda parte con muchas faltas pitadas por el árbitro en nuestra contra y muchas menos para el rival, pero con un público totalmente volcado con el equipo que lo llevó en volandas hasta que un nuevo centro del pequeño y revoltoso Quero hizo esta vez que Adrián Pollo marcase en el minuto ochenta el segundo, definitivo e importante gol para la permanencia. Y como además de estar abonados a la UD Las Palmas parece que también lo estamos al sufrimiento, el colegiado Del Cerro pitó un penalti a David García cuando quedaban minutos para acabar el partido. De nuevo, y mientras el jugador rival colocaba la pelota en el punto de la pena máxima, a los sufridores, a nosotros, a la gran afición de Las Palmas, se nos iban colocando de collar y corbata ciertas cosas bien distintas que mujeres y hombres tenemos... pues un posible 2-1 y quedando tiempo de juego, podía convertirse, bajo el nerviosismo, en un empate. Pero llegó el comandante Barbosa “ y mandó a parar”. Y todo terminó. Una jornada más que ha pasado y una menos para cumplir el objetivo.

No destaco a ninguno en particular pero sí a los catorce jugadores que estuvieron sobre el césped, porque creo que todos sin excepción fueron los protagonistas de esta victoria, pero sí me permito nombrar a los que estuvieron sentados en el banquillo como Pindado, Perea, Jorge y Randy que desde su asiento no pararon de animar y de sufrir como sus compañeros. En este tramo final todos unidos, incluyendo a los lesionados sentados en la grada, son de vital importancia para la consecución de la ansiada permanencia.

Desde aquí desear lo mejor para el domingo contra el Barcelona B, y como yo no podré estar lo hará por mí uno de mis hijos que estudia allí y que ya ha ido anteriormente con otros canarios a animar a la UD Las Palmas, contra el Gimnastic y también contra el Girona, partidos que terminaron en empate. ¡Mucha suerte al equipo amarillo!