Llegó
en silencio, sólo acompañado por el ruido de los incrédulos, con
las dudas pertinentes de quienes no le conocían, dado que venía del
paro tras entrenar a un equipo de Segunda División. Pero resultó
ser el mayor acierto que en décadas haya tenido una comisión
deportiva de la UD Las Palmas.
En
un corto espacio de tiempo, porque en fútbol dieciocho meses es
nada, Quique Setién nos dejó su impronta, y con él recordamos que
en esto de mover el balón de un lado a otro (aunque no lo parezca de
manera racional) y no dejárselo arrebatar, hay espectáculo; que en
la paciencia por encontrar el hueco y desesperar y cansar a una zaga,
hay inteligencia; que en seguir sus propios dictados, porque es así
como él entiende el fútbol, hay honestidad.
Con
él comenzó un proyecto de futuro que a partir de la próxima
temporada será de otra manera. Cada 'maestrillo tiene su librillo',
así que veremos otros matices sobre este deporte. Por ello, a quien
venga, le deseo toda clase de parabienes para que nunca echemos de
menos en lo deportivo al que todavía es entrenador de la UD.
En
los mentideros de fútbol, una inmensa mayoría quería que
se efectuara la renovación del entrenador, pero no ha sido así. No
hubo acuerdo por ambas partes y se ha cerrado un ciclo. El propio
Setién, después de informar al presidente y a la plantilla, ha dado
una rueda de prensa comunicando que no continuará la próxima
temporada.
En
estos tiempos que corren, valoro mucho el señorío de las personas,
su saber estar, y, sin duda alguna, nuestro entrenador posee estas
cualidades. Quizás sea una romántica del fútbol, es posible; y
aunque las gestas de este club no hayan sido ni sonoras ni
abundantes, tengo en mi retina grabadas las imágenes de otros
tiempos: un pase exacto de Juanito Guedes, una carrera por banda de
León o una genialidad de Germán Dévora, que no se han disipado con
los años; todo lo contrario, han vuelto al Gran Canaria a través de
las geniales piernas de Viera o Roque, entre otros, y, se le reconozca
o no al cántabro, él también tiene que ver con el éxito de sus
jugadores.
Particularmente
estoy tristona, confiaba en la renovación. Siempre creí en la idea
de que ambas partes estaban condenadas a entenderse, pero no fue así.
Le deseo mucha suerte a Quique Setién en su nueva andadura a partir
del verano. Yo , como él ha expresado sobre la UD al finalizar su
comparecencia, “también celebraré sus victorias y lloraré por sus
derrotas”.
¡Gracias,
míster!
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